Director/Directores: Zach Cregger
Año de Lanzamiento: 2025
Género: Terror
Cuando todavía nos estábamos recuperando del estreno de Devuélvemela hace apenas una semana, nos llega Weapons, la nueva propuesta de Zach Cregger, director de Barbarian, con la que se comienza a postular como uno de los grandes referentes del cine de terror actual. En esta ocasión, la historia nos transporta a una pequeña ciudad donde, en el transcurso de una sola noche, una serie de misteriosas desapariciones sacuden a sus habitantes, creando un clima de tensión donde las únicas preocupaciones que reinan en las calles son encontrar a los desaparecidos y buscar a los culpables. La exposición de los hechos corre a cargo de un joven narrador, que, rompiendo la cuarta pared, nos habla directamente para contarnos qué ha sucedido... de una manera directa, clara y sencilla. Me ha gustado mucho lo fácil que parece, pero lo efectivo que resulta para enganchar a toda la sala de cine cuando aún la pantalla está en negro, literalmente. Siguiendo con la narrativa, la trama se desarrolla desde muchos puntos de vista. El protagonismo aquí es algo coral, que nace y se va ramificando personificándose en diferentes personajes. Cada una de las historias hace las veces de pieza de un puzzle, que soluciona pero simultáneamente crea nuevos interrogantes. Hablamos de seis personajes que aportan una visión concreta de los hechos para, finalmente, converger en su desenlace. La utilización de este recurso narrativo es muy satisfactoria. Enriquece la historia y la hace mucho más interesante. En lo que se refiere a su faceta terrorífica demuestra un gran nivel. La atmósfera resulta inquietante cuando el momento lo pide, y la construcción de escenas es muy efectiva. El resultado son unas escenas realmente aterradoras. A diferencia de Devuélvemela —por hacer algún tipo de comparación— aquí el terror se inclina hacia lo psicológico, dejando en segundo plano lo visceral. Es cierto que hay un par de momentos gore que aportan contundencia, pero no se apoya en ellos ni recurre al body horror como recurso principal. Por otro lado, y haciendo uso de esos saltos entre personajes, se aprovecha para descargar tensión y dramatismo para aportar algo más que terror. A ratos parece que estamos viendo un thriller, y a otros un drama. Considero que todo junto funciona bien. Como estoy intentando mostrar, Zach Cregger ha tomado una serie de decisiones narrativas y estilísticas en su película para ofrecer un producto elavorado y de calidad. Puedo decir que salí muy contento del cine y sin poder parar de pensar en lo que se viene, ya que hace unas semanas se confirmó que el nuevo intento de la saga Resident Evil por calar en el cine —dicen que a la tercera va la vencida—, estará liderado por este director... y no puedo más con las ganas. Si os gusta el género, recomiendo de corazón que si os llama, tanto esta como Devuélvemela, vayais al cine a verlas aprovechando que ambas conviven en cartelera actualmente. @PeliYManta_