Director/Directores: David Midell
Año de Lanzamiento: 2025
Género: Terror
Fue una sorpresa ver que Al Pacino había decidido coprotagonizar una película sobre exorcismos en pleno 2025, y más aún descubrir que su director era prácticamente un novato en la materia. Motivos más que suficientes para convencerme de darle una oportunidad. Las películas de esta temática se ven limitadas, en cierta medida, por la propia naturaleza del género. En mi experiencia, todas las que he visto terminan siendo primas hermanas unas de otras, aunque lejos del máximo exponente de 1973 o de las entregas más sólidas de Expediente Warren, dirigidas por James Wan. En esta ocasión, nos encontramos ante una propuesta insípida que, pese a mostrar cierta voluntad de aterrorizar al espectador —principalmente a través de recursos sonoros—, no lo consigue en prácticamente ningún momento. Son varios los exorcismos que se realizan sobre la joven poseída, pero ninguno tiene un mínimo de potencial. Todo resulta muy plano, y aunque quizá no ocurra con el primero de ellos, a medida que avanzan los minutos la indiferencia se va apoderando de ti. A esto se suma un ritmo ciertamente soporífero que no hace más que agravar la situación. Al Pacino cumple, ni más ni menos que sus compañeros. Se nota que va en piloto automático y que aceptó la propuesta por ser dinero fácil, o al menos esa es la impresión que queda cuando aparecen los créditos. El trabajo con cámara en mano es propio de un estudiante de primer año de cine. Puede sonar duro, pero no va más allá de un simple zoom in-zoom out. Para ser justo, también considero que el camino que recorre la película lo hace con seriedad, respeto y cierto compromiso con la causa. Al final queda una propuesta insípida, de esas que en el trayecto de vuelta del cine a casa ya prácticamente se te ha olvidado. @PeliYManta_