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SIRAT TRANCE EN EL DESIERTO

Director/Directores: Oliver Laxe

Año de Lanzamiento: 2025

Género: Drama

VALORACIÓN FINAL

Una travesía bella, pretenciosa y vacía

Tras su paso por el Festival de Cannes 2025, donde se alzó con el Premio del Jurado, Sirât ha despertado intensos debates en la prensa especializada. Algunos la celebran como una obra de autor con una personalidad arrolladora, mientras que otros cuestionan prácticamente todo lo que propone. Por eso decidí verla y formar mi propia opinión, que hoy quiero compartir con vosotros.

Sirât es una película que arriesga en su forma de narrar el viaje, apostando por largas escenas contemplativas acompañadas de un techno contundente —propio de raves, del que, personalmente, soy muy fan— y una fotografía que potencia la inmersión en ese paraje desértico de Marruecos donde transcurre la historia.

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No sabemos mucho de sus personajes, ni realmente lo necesitamos. Esto funciona como un reflejo de una situación, del azar y de la desesperación de un padre que busca a su hija desaparecida. Ese es el gancho que intenta mantener la atención durante sus casi dos horas de metraje.

Sin embargo, la trama carece de un desarrollo palpable. Aunque podría considerarse una road movie paisajista, se percibe que apenas avanza, y esa falta de progresión va erosionando poco a poco la empatía del espectador. Todo lo que en su primera mitad parecía funcionar se diluye con el paso del tiempo: explica poco y se apoya más en la atmósfera que en la historia.

A esto se suman algunas decisiones narrativas en la resolución de los personajes que resultan poco convincentes. Este, quizá, sea su punto más débil. Sorprende que los responsables consideraran buena idea un desenlace que parece más fruto de la pereza o la falta de ideas que de una intención real. Su tramo final se vuelve denso, aburrido y roza lo lamentable. Aunque se autosabotea con sus propios excesos, logra generar una atmósfera particular; sin embargo, nunca consigue desprenderse del aura de pretenciosidad que lo impregna todo.

La película aspira a ser más profunda de lo que finalmente consigue, intentando crear una sensación onírica de cartón piedra, sobre todo en sus últimos minutos.

Es una pena, pero deja la sensación de ser una película que quiere ser mucho… pero termina sin llegar a ningún lugar.

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@PeliYManta_

Valoración individual