Director/Directores: Adam Green
Año de Lanzamiento: 2010
Género: Terror
Adam Green regresa con la secuela directa de su slasher de 2006, el mismo que comentamos hace unos meses en la web y que puedes leer justo aquí. En esta nueva entrega, la historia gira en torno a la venganza. Marybeth, única superviviente de la masacre original, decide reunir a un grupo para enfrentarse a Victor Crowley y acabar con él de una vez por todas. Este enfoque nos permite conocer más a fondo el origen del sanguinario asesino y añadir algo de contexto a su mitología. Una de las señas de identidad de la primera película era su tono paródico y su humor negro. En cambio, esta secuela se muestra más contenida, sobre todo en su primera mitad. Por suerte, en el tramo final vuelven los gags sangrientos y el espíritu gamberro que definía a la anterior. Durante un momento temí que se estuviera tomando demasiado en serio a sí misma. Desde los primeros minutos se nota un salto de calidad, especialmente en la fotografía y en los efectos prácticos. Ya destacaban en la película original, pero aquí alcanzan un nuevo nivel. Eso sí, esa mejora técnica también le resta un poco de la atmósfera de serie B que tan bien funcionaba en la primera parte. Además, resulta curioso que la cinta transcurra casi toda de día; solo la última media hora sucede de noche, cuando precisamente la oscuridad es un elemento clave en este tipo de historias. Aun así, Adam Green sigue fiel al esquema clásico del slasher americano: un arranque brutal, una parte central más explicativa y un desenlace que se convierte en una auténtica matanza. Victor Crowley merece ser reivindicado dentro del panteón de los grandes asesinos del género. He visto que hay otras dos entregas más después de esta, y tengo muchas ganas de verlas. @PeliYManta_