Director/Directores: Ben Leonberg
Año de Lanzamiento: 2025
Género: Terror
La tan interesante como original premisa de esta película fue justo lo que necesitaba para convertirla en un fenómeno viral dentro de redes sociales y comunidades cinéfilas. Nos encontramos ante una cinta de terror en la que el protagonista es Indy, un perro educado, noble y obediente que observa cómo su dueño sufre una serie de encuentros y ataques por parte de entes paranormales. Desde su mirada, la historia nos sitúa frente a una misión tan conmovedora como desgarradora: la de un animal que intenta proteger a su dueño a cualquier precio. ¿Suena bien, verdad? Hoy venimos a hablar de Good Boy. La propuesta resulta llamativa y original dentro del género. Se distingue por su planteamiento y por la perspectiva que ofrece: un terror contado desde el punto de vista del perro, algo que de inmediato cautiva al espectador, dotando a la cinta de una identidad particular dentro del cine de horror sobrenatural. Uno de los mayores aciertos de la película está en la construcción de su atmósfera. El manejo de las sombras es sutil y efectivo, y el sonido juega un papel clave en la experiencia. Al fin y al cabo, el oído es una de las virtudes más desarrolladas de los perros, y aquí esa sensibilidad auditiva se traslada al espectador con una gran precisión. El hecho de prescindir en muchos momentos de su banda sonora refuerza el carácter crudo y terrenal del relato, aportándole autenticidad y un mérito adicional por no apoyarse en un recurso tan habitual en el género. La dirección del perro es sencillamente admirable. Resulta fascinante ver cómo un animal logra transmitir tanto con su lenguaje corporal y su mirada, dotando a la película de una carga emocional poderosa. Indy sostiene el peso de la historia con una naturalidad que te gana el corazón desde los primeros minutos. A esto se suma un gran trabajo de cámara: los encuadres son hábiles, siempre interesantes, y contribuyen a que la narrativa visual funcione por sí sola, sin necesidad de diálogos constantes. En el apartado técnico, la película cumple cohesionando sus diferentes elementos: iluminación, montaje, edición, puesta en escena y fotografía... pero, lamentablemente, le falta impacto a la hora de la verdad. La construcción de sus escenas es buena, pero lo que debería ser el clímax de las mismas se siente descafeinado. Me da mucha pena decir esto, pero es así. Aun así, Good Boy no deja de ser una película disfrutable y creativa a la que se le debe reconocer mucho. Cumple con su propósito gracias a su original planteamiento y a la emotiva conexión que establece entre el espectador y su protagonista canino. Le falta fuerza, sí, pero es una experiencia que merece la pena vivir, y puede que en algunos casos, recomendar. @PeliYManta_